Recientemente, se ha llevado a cabo la publicación de una serie de normas que ayudan al respaldo de la ISO 9001. Entre ellas se encuentran la ISO 10015:2019, la ISO 10014:2021 y la ISO 10013.
Cada día, el mercado es mucho más exigente y competitivo, ya no es suficiente con que una organización sea buena, debe ser excelente. Y por esto, los certificados de calidad son esenciales. Un instrumento que aporta seguridad y fiabilidad en el mercado. La confianza es uno de los principales pilares para conseguir la máxima rentabilidad y favorecer el prestigio de las empresas. Además, gracias a los certificados de calidad todas las partes interesadas tienen la seguridad de que se están siguiendo las pautas de transparencia y calidad en todos los procesos.
Una de las cosas a las que nos debemos enfrentar en la nueva norma ISO 9001 2015 es a definir el alcance de la empresa. Como ya no hay exclusiones, parece que la cosa se complica un poco y realmente no es tan enrevesado lo que nos plantea la norma ISO 9001 2015 en el epígrafe 4.3 del capítulo 4.
No cabe duda de que la gestión estratégica en el ámbito de la calidad es fundamental. A través de esta se podrán mejorar aspectos tan importantes como la ejecución de procesos, así como el propio plan de calidad de una organización, entre otras muchas cosas que veremos a continuación.
La última versión de la norma ISO 9001 fue publicada el 23 de septiembre de 2015. A partir de esta fecha, las empresas han tenido un período de tres años para realizar la transición a la versión actual de la norma, es decir, hasta el 23 de septiembre de 2018. De forma que, a partir de ese día, todos los certificados en base a ISO 9001:2008 han quedado anulados y sólo tienen vigencia los nuevos certificados obtenidos en base a ISO 9001:2015.
El objetivo del artículo de hoy es analizar los indicadores KPI y descubrir todo lo que debemos conocer de ellos. Es posible que muchas personas hayan oído hablar de ellos, sin embargo, en la mayoría de los casos, los indicadores KPI se asocian solo a marketing. Y, aunque son el ámbito en el que más se suelen aplicar, hoy los veremos aplicados a los Sistemas de Gestión, más concretamente a los Sistemas de Gestión de Calidad.
En muchas ocasiones, tenemos dificultades para entender qué es un mapa estratégico de procesos. A continuación, profundizaremos más en el concepto. No obstante, para que todos tengamos una pequeña idea de su función, podemos decir que una forma sencilla y efectiva de transmitir y definir la estrategia de una organización.
En el artículo de hoy continuaremos con la segunda parte de los errores más comunes entre los profesionales de la gestión de calidad. Para los lectores que no pudieron visualizar el contenido, aquí les dejamos el link de acceso directo.
Pensar en gestión de calidad es pensar en ISO 9001. Muchas organizaciones están preocupadas por la calidad y no es de extrañar. Hoy en día, es casi imprescindible demostrar un certificado de calidad ya sea en los procesos de nuestra organización o en el producto si deseamos exportar a otro país. Es más, incluso a la hora de elegir un producto de las mismas características, elegiremos aquel que esté certificado a otro que no.
Un auditor interno en ISO 9001 es el encargado de llevar a cabo los procesos que permiten obtener evidencias y evaluarlas con el fin de determinar si se cumplen los requisitos del sistema de gestión de calidad en una determinada organización. Las auditorias de calidad son realizadas por la propia empresa con fines internos. En definitiva, se pretende analizar internamente la actividad de la empresa y corregir las incidencias o no conformidades detectadas, antes de que se dé lugar la auditoría externa llevada a cabo por la empresa certificadora. Una vez definido el resto del sistema, será más fácil determinar qué procesos auditar, qué buscar en cada proceso, qué registros estudiar, etc.
